Protección Civil en Ciudad Valles: un compromiso con la seguridad y la vida
A lo largo de la historia, los fenómenos naturales han provocado graves desastres que han dejado cicatrices profundas en la humanidad.
En México, huracanes, sismos, incendios, y accidentes carreteros han afectado a miles de familias. Ante esta realidad, los tres niveles de gobierno han tenido que diseñar y reforzar estrategias para proteger a la población.
El sismo del 19 de septiembre de 1985, con una magnitud de 8.1 y epicentro en la costa de Michoacán, fue uno de los eventos más devastadores en la historia del país.
Este desastre no solo marcó al país, sino que también sirvió como catalizador para la creación del Sistema Nacional de Protección Civil en 1986, el cual promovió una cultura de prevención y acciones de respuesta ante emergencias.
En la región Huasteca Potosina, particularmente en Ciudad Valles, la naturaleza ha dejado su huella con inundaciones e incendios que, año con año, causan pérdidas materiales y humanas.
Asimismo, la zona ha sido escenario de accidentes ferroviarios y carreteros que han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades locales.
Ciudad Valles ha enfrentado estos desafíos con determinación. Durante la administración 1986-1988 se formó el Comité de Seguridad Civil de Apoyo a la Población, que integró a todas las instituciones de auxilio.
Posteriormente, en la administración 1997-2000, se consolidó la Dirección de Protección Civil, bajo la dirección de Eduardo Morquecho Méndez.
Desde entonces, esta dependencia ha evolucionado, ocupando su sede actual en la colonia Cuauhtémoc.
La labor de Protección Civil en Ciudad Valles es un ejemplo de compromiso y valor. Cada día, hombres y mujeres arriesgan su vida para salvaguardar la de los demás.
Hoy, 19 de septiembre, en el marco del Día Nacional de Protección Civil, rendimos homenaje a quienes velan por la seguridad de nuestra comunidad, a través de su constante capacitación y entrega ante cualquier emergencia.
¡Felicidades y gracias por su incansable labor!
Fuente: Profr. Crescencio Martínez Candelario
Cronista Municipal
