Entierran vivo a un perro en campo de Praderas
Un ejemplo desgarrador de crueldad humana ocurrió en Praderas del Río, donde un cachorro fue enterrado vivo.
Es posible que el perrito, con la inocencia que caracteriza a los animales, creyera que lo llevaban a pasear o a jugar, pero su destino era otro: ser abandonado para morir.
El profesor Gabriel Medina, encargado del campo de fútbol de Praderas del Río, relata que al llegar al lugar escuchó el llanto de un perro entre la maleza. Intrigado por el sonido, decidió investigar y descubrió cerca del río a un cachorro enterrado con solo la cabeza sobresaliendo. Lamentablemente, el perrito ya había fallecido cuando lo encontró.
Medina lamenta que, si no querían al animal, pudieron haberlo dado en adopción, llevado a otro lugar o, si estaba enfermo, haberlo llevado al veterinario. La indiferencia y crueldad de algunas personas es profundamente dolorosa.
